Somormujo lavanco
Podiceps cristatus (Linnaeus, 1758)
Inglés: Great Crested Grebe
Francés: Grèbe huppé
Es un ave que promedia casi medio metro de longitud, y su peso es
de más o menos un kilo o kilo y cuarto, fácil de ver en el buen tiempo en
aguazales con profundidad suficiente para sentirse protegido y bucear, y lo
bastante someros como para anclar su nido al suelo o a la vegetación palustre,
y más aquerenciado en invierno a embalses y aguas costeras, estuarios y otras masas grandes de agua, mostrando un plumaje
invernal blanquigrís, sin la vistosidad ni los copetes de plumas ornamentales
del plumaje nupcial, pero siempre reconocible por su aspecto cuellilargo y su
modo de flotar profundo, a menudo con casi todo el cuerpo hundido hasta casi el
dorso. En cualquier caso, parece ser que se encuentra cómodo en las aguas
abiertas, no confiado en la ocultación de la vegetación y sí en la distancia a
la orilla y en su capacidad de escapar de los peligros buceando y emergiendo al
cabo de medio minuto por cualquier otro sitio, a decenas de metros del punto de
inmersión. Difícilmente se le verá moviéndose sobre sólido, si no es para
encaramarse a la plataforma de nidificación, pues camina con torpeza por tener
las patas dispuestas en posición muy trasera, buena para nadar y bucear, a lo
que ayudan los dedos provistos de anchos lóbulos, que se separan y extienden en
el movimiento de impulsión, pero se juntan y pliegan en el de avance, lo que,
junto con un tarso de inusitado aplastamiento lateral, reduce a casi nada la
resistencia del agua al adelantar los pies.
La subespecie nominal es la que podemos ver por aquí, y se
encuentra por la mayor parte de Eurasia. Es residente en Europa occidental, pero
migratorio en otros lugares de inviernos menos benignos. Las subespecies
africana,
P. c. infuscatus, y de Oceanía,
P. c. australis, vienen
siendo también sedentarias.
Se alimenta mayormente de peces; también de invertebrados
acuáticos y batracios, y algo de material vegetal tierno como brotes de plantas
acuáticas. Se sabe que también come plumas, probablemente para facilitar el
tránsito de espinas, escamas y exoesqueletos y formar egagrópilas.
El somormujo lavanco es territorial en la época de cría, y se
empareja con llamativas actividades de cortejo, que desarrollan ambos sexos con
parecida vehemencia y parecido plumaje, y que incluyen carreras sobre el agua
en pareja, estiramientos y contorsiones de cuello sincronizados, elevaciones de
casi todo el cuerpo en vertical sobre la superficie y ofrecimiento de algas
cual si fueran valiosos presentes, así como ostentación de los vistosos moños
de plumas que por la época reproductora tienen en la cabeza y en la cara, y que
pueden extender o relajar a voluntad.
Construyen nidos flotantes en forma de plataforma sobre la
superficie del agua, con vegetación palustre o broza arrastrada por las aguas;
ponen por lo general entre 3 y 6 huevos, que son incubados por ambos
progenitores. Saldrán de ellos polluelos nidífugos, que desde el principio,
nadan, bucean y se hacen transportar subidos al dorso de los padres, y muestran
un diseño de rayas negruzcas sobre fondo blanco, más contrastado en la cabeza y
cuello que en el cuerpo, y una mancha rosada en la frente y otra delante de
cada ojo.
A las 9 o 10 semanas completan el plumaje y se independizan.
Tienen los juveniles durante su primer otoño un diseño parecido al invernal del
adulto, pero con rayas oscuras en la cara, y parece ser que algunos se
emparejan y crían tras el primer invierno, pero que lo habitual es hacerlo tras
el segundo.
La población reproductora europea se estima entre 772.000 y
1.060.000 adultos, con tendencia estable.
Para España no parece que haya disponibles datos recientes sobre
su demografía; se estimaron 11.800 individuos en 2007. Está considerado por la
Lista Roja de la UICN como de “preocupación menor”. Está incluido en el Listado
Español de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, sin catalogar
como amenazado.
Se cree que procede la palabra "somormujo" (o "somorgujo", que también
existe y significa lo mismo), del verbo "somorgujar" (que significa sumergir o
bucear), que al parecer podría derivar del antiguo latín submerguculare, y éste de una forma diminutiva del sustantivo
mergus, el cual designaba a no se sabe qué especie o especies de aves
buceadoras y lleva parentesco con el verbo mergere (sumergir), y es que al
parecer la asociación lingüística entre este tipo de aves y los conceptos de
sumergir, emerger e inmersión viene de tiempos antiquísimos, remontándose
probablemente al indoeuropeo.
Por lo que respecta al término “lavanco”, se desprende del
Diccionario de la Real Academia Española que es una corrupción de “navanco”,
que viene a significar propio de las navas, o terrenos encharcadizos en
despoblado, y el propio diccionario lo refiere, bajo las formas de “navanco”, “lavanco”
y “alavanco”, a los patos bravíos.
La especie fue descrita por Linneo en su famosa décima edición del
Systema Naturae (1758), bajo la denominación de Colymbus cristatus, en la
suposición de que los actuales Gaviiformes o colimbos, y los Podicipediformes
(somormujos y zampullines), estaban estrechamente emparentados, cuando
realmente sus semejanzas externas hoy se sabe que son fruto de evolución
convergente. El nombre genérico de Podiceps
le fue dado por John Latham en 1787, y se lee recurrentemente que lo formó de
las palabras latinas podex-podicis (ano) y pes-pedis (pie), en alusión a la
posición retrasada de sus patas. A servidor no se le alcanza qué arte de
birlibirloque haya transformado “podicipes” en “podiceps”, y sería de agradecer
que algún entendido en esto de las desinencias latinas nos diera la
explicación, si es que existe alguna distinta de un lapsus calami.