miércoles, 26 de junio de 2013

Campaña Aguilucho: Se va acumulando el trabajo.

     A estas alturas de la Campaña el trabajo se va acumulando y multiplicando, durante la semana hay que aprovechar huecos en las agendas para ir marcando los aguiluchos laguneros que van creciendo al rápido ritmo de las cebas de sus padres. La semana pasada nos tocaban dos nidos. Uno de ellos, en una pequeña charca, alejada de cualquier trajín humano, ha sacado adelante los tres pollos que tenía y los marcamos sin problemas. Por el contrario, a orillas de un pequeño riachuelo no demasiado lejos, la pareja de laguneros hizo su nido en una mata de juncos fuera del cauce. Habían ido sacando a sus cuatro pollos adelante, pero en su cuarta semana de vida al pastor no se le ocurrió otra cosa que pasar con su rebaño por allí, el resultado: nido vacío y ni rastro de los pollos.

Nido de aguilucho lagunero con tres pollos.




     Los domingos los reservamos para las prospecciones en equipo en busca de nidos, a estas alturas principalmente cenizos y pálidos en los campos de cereal. Así, el domingo por la mañana salimos en dos equipos, el primero hacia el cuadrante nororiental, en la raya con la provincia de Ávila, el segundo al este, a medio camino entre la capital y el límite de provincia.

     Con el primer equipo hemos tenido de compañeros de búsqueda a dos vecinos del pueblo que ya nos han ayudado en otras ocasiones. Cuando llegamos ellos ya estaban observando los acrobáticos vuelos de estas rapaces. En breve empezamos a ver a varias hembras de cenizo, pálido y hasta una de lagunero moviéndose en una zona muy pequeña que ya teníamos previamente observada.

     En la primera media hora pudimos localizar un nido de lagunero en una parcela de trigo, es el primero del que tenemos constancia en nuestras campañas. Tenía cinco pollos con bastante diferencia de tamaño entre ellos, pero la madre tenía allí para cebarlos un ratón bien gordito. 

Nuestro primer nido de aguilucho lagunero en cereal.

     A los diez minutos de encontrar ese nido, hemos entrado de nuevo a buscar uno de pálido que en el que se había echado una hembra, con la mala fortuna de que se levantó mucho antes de que llegáramos y no lo pudimos localizar. Quince o veinte minutos después volvimos a ver a otra hembra de pálido echarse al nido y volvimos a entrar, otra vez se levantó muy pronto pero tuvimos la agradable sorpresa de encontrar de casualidad un nido del que no teníamos referencia con cuatro pollos de cenizo, también en un campo de trigo.

     Volvimos a salir y a entrar de nuevo casi acto seguido, pues bajó de nuevo una hembra. Pudimos encontrar un nido con la hembra incubando y cuatro huevos de cenizo y también en trigo. Algo más de media hora nos tocó esperar y al ver a otra hembra bajar al nido con ceba en un campo de trigo,  localizamos otro nido con dos pollos grandotes y un huevos que posiblemente sea infértil dado el tamaño de los que ya habían nacido. Se acercaba la hora de marchar y las hembras seguían bajando y saliendo así que volvimos a coger otra referencia. Encontramos otro nido más con cuatro pollos.

     En total cuatro nidos de cenizo y uno de lagunero localizados, y otros dos de pálido que ha sido imposible dar con ellos. 

Nido de aguilucho cenizo con 4 pollos.

     El segundo equipo nos quedamos más cerca, pero no hemos tenido tanta suerte. Hemos echado la mañana buscando, al final localizamos un nido de cenizo en trigo. Es una segunda puesta y estaban en plena construcción. Probablemente se trate de una pareja cercana que perdió su puesta cuando el agricultor cambiaba los tubos del regadío. Esta pareja lo tiene difícil para sacar sus pollos adelante, ya que ninguna segunda puesta ha prosperado en estos años de Campañas. La solución, a ver si conseguimos que alguien nos ceda o nos preste una incubadora, y como el CRAS de las Dunas ya está activo podamos sacar adelante estos huevos aunque sea criándolos a mano.

     El resto de la mañana nos estuvo bacilando una pareja en una parcela de muy difícil control. Al final no lo encontramos. Pero, uno de nuestros compañeros del pueblo, gracias a su tesón logró el lunes localizarlo, tenía cuatro pollos ya grandecitos, estos probablemente salgan adelante sin tener que proteger el nido con la tela metálica. Este compañero también localizó el viernes otro nido que también nos había chuleado durante dos mañanas domingueras. Parece que se está especializando en trabajar en equipos unipersonales.

     Por último mencionar a otros dos compañeros que van un poco por libre en sus respectivas localidades de muestreo y que han encontrado o controlado esta semana otros tres nidos, uno abandonado, pero los otros dos con sus pollos en perfecto estado de salud.

     El domingo que viene volveremos a la carga.


Fotos y textos: Manuel Lorenzo y Miguel Blanco.

domingo, 23 de junio de 2013

Viaje a Costa Rica

     Nueva entrada de nuestro particular Phileas Fogg. En este caso, Miguel Rouco nos muestra su viaje por Costa Rica con Daniel López-Velasco en febrero de este año.


Resplendent Quetzal (Pharomacrus mocinno). San Gerardo de Dota. Foto Miguel Rouco.

     Como en otras ocasiones, para qué copiar el texto si podemos leer el original. No os perdáis la crónica de este impresionante viaje, para ello pincha aquí.

     Y como siempre, unas cuantas imágenes para  decidir a leerlo al que aún esté indeciso.


Búho de anteojos (Pulsatrix perspicillata). Carara. Foto Miguel Rouco.

Pagaza real (Thalasseus maximus). La Ensenada. Foto Miguel Rouco.


Los dos expedicionarios: Daniel López-Velasco y Miguel Rouco.

sábado, 15 de junio de 2013

Laguneros: Una de cal y otra de arena.

     En plena campaña de búsqueda de los nidos de los aguiluchos cenizos hay que compaginarlo con el final de la estancia en el nido de los laguneros. Por ello, cuando se puede, hay que ir a marcar algún nido entre semana, de forma que no interfiera con la localización de los cenizos.

     Esta semana nos tocaba tocar tres nidos que podían estar en la edad justa para marcarlos. Digo podían porque cuando los localizamos en los nidos había huevos, así que los cálculos eran aproximados, de tal forma que en el primer nido que entramos a los pollos les faltaban una semana aproximadamente para que tuviesen la edad óptima para ser marcados, así que lo dejamos para la semana que viene.

Pollo de lagunero recién marcado.

     Segundo intento, un nido que tenía en su día cinco huevos. Nos costó encontrarlo, el carrizo donde tiene el nido ha crecido increíblemente desde que lo localizamos. Al final apareció, cinco pollos, 100% de efectividad. Los marcamos sin problemas. Nota a tener en cuenta, no está de más entrar en estos ambientes con multitud de cañas utilizando unas gafas para evitar cualquier tipo de accidente mientras se acometen las tareas destinadas a localizar y marcar los pollos.

     Ahora viene la de arena: El tercer nido que buscábamos tenía el nido con seis huevos instalado en una pequeña charca con eneas, estaba bastante al descubierto, así que al entrar, nos encontramos con el nido vacío y con restos de cáscaras dentro. En este mismo lugar el año pasado también fracasó la reproducción. Ya sabéis, esto es Naturaleza y funciona así.


Nido de lagunero con restos de los huevos predados.
Imágenes y texto: Miguel Blanco.

martes, 11 de junio de 2013

Domingo 9. De aguiluchos con SEO-Segovia

     Amaneció el domingo amenazando lluvia, así que salimos cruzando los dedos para que esto no ocurriese, en dirección a un municipio de La Armuña. Pudimos comprobar la veracidad del dicho, y como buen 40 de mayo, no nos quitamos el sayo hasta bien entrada la mañana, y aún así, no nos lo quitamos del todo.

     Hoy nos visitaban cuatro compañeros de SEO-Segovia, que querían comprobar in-situ cómo llevamos a cabo nuestra campaña, y que han pasado la mañana echándonos una mano en el trabajo de campo. 

     Nos separamos en dos grupos, Gonzalo, Pepe y Juan Luis se quedaron en un camino, mientras que Elvira, Diana y yo, acompañados por los cuatro segovianos (Juan Carlos, Mª José, Eduardo y Fernando), casi no nos dio tiempo a sacar los trastos cuando ya nos llamaban que tenían un nido localizado y había que entrar. La intención es que todo el mundo participe y aprenda, tanto la búsqueda como la entrada en el cereal. Con esa premisa, dirigidos por los que lo habían encontrado nos metimos en una parcela tupida y alta de trigo, fueron Eduardo y Fernando los que encontraron el primer nido, con tres huevos y un pollo recién nacido.

Nido en trigal con tres huevos.

     Una vez localizado, vuelta con el otro grupo, ya habían localizado el segundo nido, además la pareja les ha deparado un espléndido espectáculo, con vuelos de persecución, transporte de palitos, incluso una cópula. En este caso me acompañaron a buscar el nido Juan Carlos y Mª José, lo encontramos muy rápidamente, está en una parcela de trigo que una tormenta ha tumbado grandes espacios, con lo que el nido ha quedado al descubierto en la mitad de su perímetro. Es un caso problemático que tendremos que buscar al dueño rápidamente para colocarle el cercado, porque está demasiado expuesto como para que pueda salir adelante.

Hembra de cenizo en el nido.

     Nos tocaba cambiarnos de lugar, en ese valle no creíamos que hubiese más pareja, así que nos unimos todos al otro grupo, nos quedaban por localizar otro par de parejas. Se hicieron de rogar, pero nos deleitaron con continuos vuelos por parte de los machos, descansos, paradas. Al final de la mañana nos volvimos a adentrar a la búsqueda de esos nidos, encontramos uno, el otro se nos ha resistido.

     Nuestro compañeros segovianos han podido vivir en primera persona la metodología que utilizamos, sus comportamientos de traspaso de presas y lo que las hembras aguantan en el nido cuando nos acercamos a buscarlos. 

La hembra anterior saliendo del nido.
     En la zona hemos podido ver también un lagunero, por lo que sumamos otra posible pareja, nos tocará buscarla por los alrededores.


Imágenes y fotos: Miguel Blanco Sol.

viernes, 7 de junio de 2013

Domingo 2 de junio. Aguiluchos

     Como será habitual en los próximos dos meses, las mañanas de los domingos las dedicamos a sacar adelante la Campaña Aguiluchos. El domingo 2 de junio fuimos a marcar un nido de aguilucho lagunero situado en una gravera abandonada. Tres pollos hermosotes que en unos pocos días ya estarán volando por los alrededores de su "local patch" como se dice ahora.

Una vez marcados, de nuevo al nido.
     El resto de la mañana la dedicamos a buscar nuevos nidos de aguilucho cenizo y pálido. No hubo suerte, las condiciones climatológicas marcaron negativamente el desarrollo de la jornada. Un fuerte viento impidió que los dos equipos que estábamos en dos emplazamientos diferentes pudiéramos llegar a localizar ningún nido nuevo, aunque si que localizamos varios individuos. Habrá que echar otra mañana.

Imagen y texto: Miguel Blanco Sol.

martes, 4 de junio de 2013

Revision de laguneros

     A final de mayo tocaba la revisión de los nidos de aguilucho lagunero, son más tempraneros que los de los cenizos, hay que controlar la edad de los pollos para saber cuándo toca marcarlos. Ya sabíamos que había al menos un nido listo para ser marcado, fue ese por que decidimos empezar. Lo localizamos con 4 huevos, nacieron 4 pollos, pero uno de ellos no ha sobrevivido, así que marcamos los 3 que quedaban, si tardamos dos o tres días en ir, alguno de ellos ya no lo habríamos pillado.

Uno de los pollos marcados.
     En esta primera zona controlábamos otros dos nidos, con distinta suerte, el segundo tienen al menos tres pollos que habrá que marcar en menos de una semana. El otro estaba vacío, la posible causa es la predación por parte de una nutria y su familia que compartían el mismo espacio.

     Cambiamos de aguas y nos dirigimos a un pequeño regato que en temporadas anteriores ha tenido varias parejas criando, pero este año sólo hemos encontrado una, y para más inri, encima ha hecho el nido fuera del cobijo y la espesura del cauce y sus espadañas, por un prado adyacente y un matojo de juncos. No teníamos mucha esperanza con este nido, pero sorprendentemente, de los cinco huevos que tenía han nacido cuatro pollos, que aún son muy pequeños para lanzar las campanas al vuelo, pero de momento ya los tenemos aquí.

Cuatro pollos en el nido de los juncos.
     Volvemos a cambiar de aguas, y nos trasladamos a un río diferente, en este caso está profusamente tapizado por enea, y cada vez es más alta y más tupida. En el primer tramo revisamos el nido localizado y localizamos un segundo nido. Uno de ellos lo encontramos con 5 huevos, en estos momentos están en plenas eclosiones, tenía 3 pollos y 3 huevos aún sin nacer.

     En el segundo tramo del río controlábamos 3 nidos de lagunero y 1 de pálido, todos ellos con huevos. El pálido ha pasado de 2 a 5 huevos desde que lo localizamos, tiene que estar a punto de nacer el primer pollo. En cuanto a los laguneros, los tres nidos estaban vacíos y abandonados. Ha debido de pasar algo para que los tres hayan fracasado. Hemos localizado dos nuevos nidos con huevos, que probablemente sean segundas puestas de estos tres. 

Todo un portento, 3 pollos y 3 huevos, si saca adelante a los seis.

Como curiosidad, uno de los nidos desaparecidos estaba a muy poco más de tres metros de uno de los que consideramos segunda puesta. Podríamos pensar que nos hubiésemos equivocado y fuese el mismo nido, pero definitivamente son diferentes, cada uno está en una orilla del río y es imposible (lo hemos comprobado) pasar de una orilla a otra en ese tramo del río incluso con vadeadores de los que llegan hasta el pecho.

Este ya tiene cuatro de cinco.

Texto y fotos: Miguel Blanco.

sábado, 1 de junio de 2013

Ave de Junio: Alimoche común

     Con los calores de la primavera, que tanto se han hecho esperar este año, surcan los cielos los alimoches escudriñando cada palmo de suelo en busca de cadáveres. Forman parte del cuerpo de élite de limpieza nuestros campos, como buenos buitres que son, librándolos de enfermedades y de los problemas que podrían generar los cuerpos en descomposición de los animales que van muriendo en el medio natural. En estas fechas han de esforzarse más todavía, puesto que les aguardan dos polluelos en el nido esperando su ración diaria de carne para poder crecer y coger fuerzas para el gran viaje que les espera después de verano. Desgraciadamente sólo uno de ellos logrará, seguramente, echar a volar del nido y cruzar el estrecho hacia el África subsahariana para refugiarse del frío invierno de nuestras tierras. El viaje será toda una aventura y habrán de sortear mil y un peligros para poder llegar a su destino. Merece la pena  seguir la aventura de algunos de nuestros alimoches en su periplo ibérico-subsahariano gracias al proyecto llevado a cabo por WWF en esta web.


    En nuestras tierras, los alimoches se alimentan de cadáveres de pequeños y medianos animales. Los grandes ungulados también son un buen recurso trófico para estas aves que son, junto a los córvidos, las primeras en dar con ellos. Sin embargo, siendo nuestros buitres más pequeños,  no son capaces de romper la dura piel de los cadáveres, por lo que se alimentan de las partes más blandas del animal hasta que llegan los grandes buitres que con sus potentes y poderosos picos desgarran el cuero del cadáver y permiten el acceso a las vísceras y la carne. De esta manera, la secuencia cronológica durante una carroñada podría describirse de la siguiente manera: gracias a su habilidad para volar y su meticulosidad a la hora de prospectar el suelo, los alimoches localizan en primer lugar el cadáver. Se alimentan de las partes más blandas, como los ojos, lengua y las zonas inguinales y anales del animal. Su presencia alerta a los buitres negros y a los leonados, que al ver el reflejo iridisado del plumaje de los cuervos y la blanca librea de los alimoches bajan en picado para abrir en canal el cuerpo y hartarse con las vísceras y la carne. Cuando los grandes buitres están saciados, los alimoches se vuelven a acercar para dar con los restos del festín, trozos de carne, tendones y piel que han quedado desperdigados por la zona. Por último aparecería el quebrantahuesos para terminar la limpieza del cadáver comiéndose los restos de cuero y huesos que hayan quedado y machacando las diáfisis de los grandes huesos en los rompederos para poder acceder al preciado tesoro que es el tuétano.


     Sin embargo, al llegar a tierras africanas se encontrarán un nuevo recurso de lo más suculento y nutritivo, cargado de proteínas, que les aportará una enorme cantidad de energía para recuperarse del largo viaje que acaban de hacer: los huevos enormes del ave viva más grande del planeta, el avestruz. Sin embargo, como ya hemos dicho, el pequeño tamaño del alimoche y su pequeño pico para ser una rapaz hacen que le resulte complicado romper la piel de un ciervo, por lo que sería impensable que pudieran horadar la cáscara de los huevos de hasta un kilo y medio. Pero si hemos dicho que sí, que los alimoches se alimentan de la yema de los huevos de avestruz, pero que no pueden romper la cáscara con el pico, y no tienen manos… entonces ¿cómo lo hacen? Pues de una manera asombrosa que les convierte en unos animales únicos. Los alimoches son de las pocas aves de las que se tenga constancia que utilizan herramientas para resolver problemas. Cogen piedras y las estrellan contra el huevo para poder romper su dura cáscara. Estas imágenes atestiguan lo que acabo de decir. De hecho, el uso de herramientas permite llegar a recursos totalmente inaccesibles para otros animales, como se demuestra en el video. Llegados a este punto, resulta casi obligado ver el capítulo de la Fauna Ibérica de El Hombre y la Tierra dedicado a Gaspar, el buitre sabio. Se puede ver aquí. Todo un episodio dedicado a esta especie, en el que Félix y sus colaboradores diseñan un experimento para averiguar si la conducta de romper los huevos lanzándoles piedras resulta ser aprendida al ver a otros individuos adultos en tierras africanas o si, por el contrario, se trata de algo innato.


     No podría terminar esta entrada sin hablar de los peligros y las amenazas a las que están sometidos los alimoches. En nuestro país, sus poblaciones cayeron drásticamente durante las últimas décadas. ¿Los motivos principales? Todo el mundo los conocemos... Uso de cebos envenenados por parte de desaprensivos; cambios en la gestión de los cadáveres provenientes de la ganadería, con el cierre de muladares y basureros; la alteración y la pérdida del hábitat, producida por la expansión de cultivos; las molestias en el nido en periodo de cría; electrocuciones en tendidos eléctricos de baja seguridad... Valga este texto para hacer un llamamiento para la conservación y el cuidado de especies emblemáticas de nuestra fauna como el buitre sabio.

¡Y ahora coge los prismáticos y el cuaderno de campo y sal ahí fuera a disfrutar!

Texto e imágenes: Alberto Parada.