Esta mañana era el día elegido para la colocación de la caja nido diseñada para Halcón peregrino (Falco peregrinus) en el paramento de la presa de Almendra en la provincia de Salamanca. El proyecto viene ya de hace tiempo, nos pillamos un poco los dedos antes de la época de cría, así que nos tocó dejarlo para el otoño. El tema viene de una colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente, Iberdrola y el Grupo Local SEO-Salamanca, cada uno en sus posibilidades.
Como una imagen vale más que mil palabras voy a intentar con ellas mostraron nuestra jornada. Quedamos allí a las 10:30, cuando Ángel González y yo (Miguel Blanco), allí nos esperaban los representantes de Iberdrola, de Medio Ambiente y la empresa que se iba a descolgar por la presa. Nos encontramos con unos pequeños problemas burocráticos que nos demoraron cerca de una hora. Una vez subsanados se empezaron a descolgar.
Marco, que así se llama el intrépido que se ha colgado toda la mañana. Para el que no lo sepa, la presa tiene una altura nada despreciable de 200 metros, en la siguiente foto, ¿dónde esta Wally?
Una vez posicionado en el lugar elegido, empiezan los trabajos para sujetar los anclajes.
Primero se sujetó la base para anclar después los tirantes.
Una vez sujeta toda la estructura, prueba de esfuerzo, parece que aguanta bien.
Toca ahora bajara el cajón, poquito a poco que no se caiga.
Se coloca la caja en la estructura y ¡¡ Houston, tenemos un problema !!, o como le dijo Carlos Sáinz a Luis Moya: ¡¡ la cagamos, Luis !!. Debido a la concavidad de la pared, desde luego mucho más que el que diseñó la caja pudo observar desde la barandilla, la caja no entraba en el hueco. Eran las dos de la tarde y había que tomar una decisión.
Después de varias posibilidades, nos decidimos por arreglar la caja in situ y dejar el trabajo finalizado aunque nos diesen las tantas. Nos trajeron una sierra de calar de la central de Villarino y desmontamos la caja para rebajar la parte que sobraba.
Después de un pequeño trabajo de bricolaje, soltar, cortar, ensamblar y sellar, de nuevo al dique. Se puede ver el cambio de la fisonomía de la caja.
Marco otra vez para abajo, el tiempo se había endurecido, mucho viento, frío, amenazaba lluvia, crucemos los dedos.
Bien, ahora ya encaja, se atornilla, se rellena con el sustrato y después de un rato, colgado a 180 metros del suelo las cosas hay que hacerlas a su ritmo, el trabajo queda finalizado, una fotica para documentar el curro.
Son las 16:30, faena acabada, aquí os dejo una imagen de los dos artistas que han colgado la caja, a la izquierda José Manuel, a la derecha Marco.
De aquí, cada mochuelo a su olivo, Ángel y yo tiramos para Ledesma, no sin antes ser parados por el Benemérito cuerpo para pedirnos los papeles. Paramos en Ledesma a comer a las cinco de la tarde, cañitas, pinchos, café y carretera y manta, a las 18:30 en Salamanca.
Esta movida viene provocada por la sospecha que el halcón que por aquí cría estaba siendo sistemáticamente expoliada, así que creemos que esta medida disuadirá a expoliadores de poca categoría. Para los que están bien preparados se ha orientado una cámara de vigilancia con alarma a la central de vigilancia y grabación las 24 horas, que se pondrá en funcionamiento en la época de cría. Sólo queda esperar a febrero a ver si el bicho quiere criar en el pedazo chalet adosado que le hemos colocado en la presa de Almendra. Muchas gracias a todos los que han hecho posible que esta idea haya podido llegar a ver la luz.